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Antes de planear tu boda, ¿Ya sabes que estilo quieres?

  • Encontrar el indicado no es tarea fácil, en especial, si hay tantos y todos tienen su encanto. No se preocupen, aquí les decimos cuáles son los 8 estilos más buscados.


Estilo clásico


Si desde siempre han estado casados con los vestidos de novia corte princesa y los trajes de novio en negro, están en el estilo correcto. En el estilo decorativo clásico predominan los blancos, cremas, tonos metálicos y acentos oscuros para crear contrastes.


En el banquete aparecerán arreglos florales para boda con rosas, de mucho volumen y gran altura, techos adornados con telas, estructuras de cristal, candelabros, candiles, ambientes monocromáticos y formas definidas.


Para la ambientación, un grupo musical en vivo será un acierto: con temas como La vida es un carnaval, que rapidito o Despacito, pondrá a bailar a sus invitados.



 

Estilo romántico


Aquí todo es suave, delicado y los pequeños detalles marcan la diferencia. Los tonos pasteles, rosas y estampados florales son los protagonistas. Se admiten tonos neutros y pasteles como el azul cielo, mint, amarillo y lila, colores que, en una corona de flores para la novia, siempre suavizan el look.


El amor está en el aire. Se nota en el ambiente acogedor, los carteles de “Mr. & Mrs.”, escenografías con velas, elementos muy personales, corazones o mesas presidenciales con fotografías de los novios. La armonía instrumental o un grupo de jazz contemporáneo le irían bien al estilo.


En esta tendencia encaja una estética que ha cobrado auge: el shabby-chic, un concepto a mitad de camino entre lo romántico y lo vintage. Se acerca más a la naturaleza, la caída de los arreglos es más suelta y el follaje tiene una discreta participación. Las rosas comparten el estrellato con las peonías. La porcelana, los encajes y los bordados son texturas clave.


 


Estilo vintage


La magia del estilo vintage radica en la belleza del ayer. La nostalgia del pasado invita a viajar a través de diferentes épocas y rescatar elementos que dejaron huella. El blanco y los colores claros se atribuyen a lo antiguo. En cuanto a texturas, son habituales los estampados y el aspecto envejecido (pero bien cuidado) de las diferentes piezas.


Evidentemente, los materiales varían dependiendo del tiempo a recrear y la esencia es la restauración, aunque la madera suele ser un elemento clave.

Las bicis y triciclos pueden decorarse con macetas o lecheras para enmarcar la entrada al recinto; en miniatura pueden emplearse para numerar las mesas o para diseñar unos lindos recuerdos de mesa para boda.


Los sillones victorianos y sillas Luis XV son ideales para la mesa presidencial. Las puertas o marcos de apariencia añeja pueden usarse como seating charts, mapas de ubicación o letreros de bienvenida. Los farolillos, relojes y teléfonos de disco también profundizan la estética. Si viajan a los 50, no olviden a Elvis en su playlist.


 

Estilo rústico


Las decoraciones de estilo rústico se convierten en espacios frescos, con mucha luminosidad y mucho verde. Combinan con colores cálidos como el amarillo y naranja. La madera, suelos empedrados, barro y mimbre son los pilares de estos escenarios y el reciclaje es la esencia de la tendencia eco-rustic.

Las mesas al desnudo, sin manteles o con unos discretos caminos de mesa, las caídas asimétricas, los adornos colgantes y las flores silvestres se adhieren al concepto natural. Estos ambientes son más flexibles y permiten mesas y sillas (o zonas lounge) hechas con palets o cajas de madera. Son bien recibidos los centros de mesa para boda económicos y originales confeccionados con botellas de vidrio o latas y se pueden colocar sobre rodajas de troncos. Una unplugged session en el coctel y el brindis sentaría bastante bien: ¡que viva la música acústica!



 

Estilo bohemio


En honor a las culturas hippie y gitana, de las cuales toma algunos elementos, en estos ambientes todo es paz y amor. El colorido es cálido, rojo, fucsia y morado. Los almohadones, alfombras, atrapasueños, plumas, frascos colgantes y muchos listones son elementos distintivos de la decoración bohemia.

Y si les preocupa cómo hacer centros de mesa para boda, anímense a reutilizar botellas o frascos de vidrio como recipientes para sus flores recién cortadas. No solo ahorrarán, sino que también serán un poco más ecológicos.

En los festivales de Woodstock y Coachella no solo hallarán flecos como los que irrumpen en las colecciones de vestidos de novia 2019. También encontrarán melodías para su banda sonora, aunque también pueden contratar a un trovador entre las diferentes opciones de música para boda. Prueben con un repertorio de Silvio Rodríguez, Bob Dylan, Pablo Milanés, Edgar Oceransky y que no falte Brazos de sol, de Alejandro Filio.


 

Estilo hacienda


Las típicas haciendas mexicanas son recintos muy versátiles que acogen una ambientación sencilla que aproveche la riqueza del paisaje natural. El verde de hojas y árboles, el rojo de la cantera y los diferentes tonos cafés de la madera son la base de la paleta cromática.

Como las quintas y las haciendas son un tipo de ambiente idóneo para celebraciones folclóricas mexicanas, el rosa, azul, amarillo, morado y naranja con buenas tonalidades para escoltar la decoración. Asimismo, los banderines, pinturas coloniales, arcos de cantera, barriles, baúles, carretas y carruajes son enclaves de la estética. Las mesas se visten con vajillas de cerámica, jarrones de talavera, equipales de piel, manteles con bordados artesanales y, por supuesto, la gastronomía regional, los dulces típicos, el tequila y el mariachi no pueden faltar.


 

Estilo marino


Si la playa no va a la boda… ¡la boda se va a la playa! La costa es uno de los destinos favoritos de las parejas gracias a los climas y paisajes que ofrecen muchas de las playas mexicanas. El azul rey y celeste, blanco, rojo y estampados a rayas son símbolos náuticos que combinan con detalles como barcos en miniatura, anclas y salvavidas. El naranja, verde limón y bugambilia llenan de vida la celebración y el dorado es un halo de distinción.

Las estrellas de mar, conchas, caracoles y algas son buenas formas de evocar la vida en la playa: incluso la decoración del pastel de boda puede adoptar estos elementos marinos. ¿Y cómo puede sonar una boda en la playa? A una batucada con ritmos caribeños no hay quien se resista.


 

Estilo ecléctico


Por qué casarse con un estilo ¡si se pueden mezclar entre sí! Atrapasueños más tipis vestidos de encaje, cojines morados y fucsia es igual a un altar boho chic. O sea, a una estética bohemia se le puede dar un toque chic. El estilo vintage puede seducir a las parejas más románticas y un biciclo macetero combina muy bien con jaulas colgantes en una decoración shabby chic.


Eso sí, el estilo ecléctico es mucho más que combinar elementos y encontrar la armonía no está en manos de cualquiera. Antes de probar mezclas imposibles, busquen la asesoría de un servicio profesional de decoración para bodas que los ayude a buscar el equilibrio. ¡No se arrepentirán!




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